LA ORACION

 Mateo 6: 6-13

Jesús nos enseña que orar es estar con Dios que es nuestro Padre Celestial; orar es hablar con Dios.
Orar no es rezar, porque rezar es repetir palabras y Jesús nos enseña que haciendo así no nos va a hacer más caso Dios. Orar tampoco es solamente pedir, porque orar es relacionarnos con Dios, es nuestro momento de comunión íntima con nuestro Padre Celestial.

Cuando oramos estamos creciendo en el conociendo de Dios y de su voluntad para nosotros.
Cuando oramos estamos en la presencia del Señor Todopoderoso y de él viene todo lo que necesitamos para nuestra nueva vida, Hebreos 4:16.
Cuando oramos podemos pedir a Dios para que supla nuestras necesidades en este mundo, porque él conoce lo que necesitamos y él quiere ayudarnos, 1ª Pedro 5:7.
Busquemos cada día un rato para estar a solas y tranquilos y así poder orar. No dejemos nunca de orar: 1ª Tesalonicenses 5:17.

Jesús nos enseña que nuestra oración debe de contener:
- Gratitud y Alabanza a Dios. Le alabamos declarando lo que Dios es y le damos las gracias por lo que él hace.
- Petición de ayuda para vivir conforme a su voluntad. Porque su voluntad es buena para nosotros. Y pedimos también que otras personas puedan ser salvas por medio de Jesús.
- Confesión de los pecados. Confesamos nuestros pecados y le pedimos a Dios perdón por ellos y perdonamos a aquellos que nos dañaron.
- Peticiones. Pedimos a Dios según nuestra necesidad. Pedimos sanidad, provisión y también que nos proteja del maligno y de toda maldad. Pedimos su ayuda para otras personas.
- Pedimos que nos ayude en los momentos de cualquier dificultad para nunca dejar de creerle.
Oramos siempre en el Nombre de Jesús, porque sólo él es nuestro Mediador entre nosotros y Dios, Juan 14: 13, 14; 1ª Timoteo 2: 5.

Entradas populares de este blog

EL ÚNICO QUE SACIA DE VERDAD

UN DESCANSO REVITALIZADOR

CRECE POR GRACIA