DIOS BUSCA ADORADORES
Juan 4:23
Adorar a Dios es no tener otro dios, es no ser idólatra. Es no tener ídolos, es no poner
a nada ni nadie primero que Dios. Adorar a Dios es ponerlo en el centro de nuestra vida. Es vivir para él y no hacer que él viva para nosotros. Es rendirle nuestra vida, porque sabemos que nuestra vida le pertenece. Es cambiar. Adorar a Dios es amarlo, no ser unos adúlteros espirituales, mezclando nuestro amor por Dios con amor por otras cosas que a él no le agradan. Es vivir en santidad, es hacer lo que le agrada. Adorar a Dios es tener comunión con él. Es hacer de nuestros tiempos personales y particulares con él sean lo más importante. Es llamarlo Padre con total confianza. Adorar a Dios es creerle y obedecerle. Es vivir conforme a la Verdad que él ya nos ha dado. Adorar a Dios es servirle, hacer lo que nos pide, hacer cosas por él, para él, pero con él. Adorar a Dios es alabarle y agradecerle. Y dar testimonio de él. Dios está buscando verdaderos adoradores.