BUSQUEMOS ARRIBA
Colosenses 3:1-3
La verdadera vida está en Cristo y solo en Cristo. Él nos da vida eterna en el cielo librándonos de la condenación eterna y nos da vida abundante aquí en este mundo. Esta vida viene de arriba, del cielo, de Dios. Esta vida no nos la puede dar nada aquí abajo, no nos la puede dar este mundo.
Esta vida solo se recibe por medio de Jesucristo, viene por la fe en Jesucristo. Es recibirle como quien es, el Hijo de Dios y el Salvador de nuestras vidas, y aceptar su obra de sacrificio y muerte por nosotros. Morimos a nuestra vieja vida de pecado, vida que queda clavada en la cruz con Cristo; y resucitamos a la nueva vida como hijos de Dios por medio de la resurrección de Jesucristo.
Esta vida solo permanece por medio de Jesucristo. Cuando ponemos nuestra atención en él, en sus palabras para obedecerlas, en su carácter para ser transformados a su imagen, en su voluntad para vivir haciendo lo que a él le agrada. Esta vida no la podemos vivir si exclusivamente nuestra atención está en las cosas que nos ofrece este mundo. Porque este mundo nos seduce y nos lleva separándonos de Cristo.
Esta vida solo es posible vivirla porque Jesucristo ha vencido a este mundo, no la podemos vivir en nuestras propias fuerzas. Él es el Señor y está sentado en el trono celestial. Suyos son el reino y el poder. De él vendrán nuestras fuerzas para caminar. Tenemos que buscarle a diario, pedirle ayuda en todo momento y situación. Jesucristo nos fortalece. De su trono viene la misericordia, la ayuda en el momento oportuno.
Nuestra nueva vida en Cristo es abundante, es rica. Este mundo a pesar de las cosas que nos ofrece es limitado y está corrompido. Pidamos de las cosas de arriba, de las riquezas celestiales para ser provistos aquí en la tierra. Nada falta a los que en él confían y nada falta a los que le piden. Busquemos mejor ser provistos desde arriba.
Jesucristo no nos ha dejado solos, vine con nosotros siempre para que podamos caminar, superar obstáculos y llegar a la meta.