OBREROS A SU MIES

 Mateo 9: 38 “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”

La mies es mucha. Hay multitudes, que el Señor las considera como ovejas, que no tienen pastor. No conocen a Dios y su salvación, están dispersas y desamparadas. A todos ha creado el Señor y a todos ama, son la mies del Señor. No quiere la perdición de ninguno de ellos.

Jesucristo el Salvador tiene compasión de estas personas y está buscando seguidores suyos que vayan a anunciarles la buena noticia de salvación. Pero los que deciden trabajar para el Señor llevando el evangelio son pocos.

Los que seguimos al Señor y trabajamos para él, los que ya somos obreros del Señor, tenemos el llamamiento de orar pidiendo al Señor más obreros. Oremos que el Señor mueva los corazones de sus seguidores para que se dispongan para ir y compartir el evangelio a los que todavía no lo han escuchado. Porque esta es la mayor necesidad, anunciar el evangelio; y es la necesidad más urgente para que la mies no se pierda.

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