SOMOS SAL
Mateo 5: 13
Esto es lo que somos, esta es nuestra identidad, somos luz y sal en el Señor. Hemos sido salvados y hechos nuevas personas por Jesucristo y de él recibimos nuestra nueva identidad. Nuestra nueva identidad no viene definida por lo que fuimos, ni por lo que ahora tenemos, ni por nuestro entorno. El verdadero cristiano tiene en sí mismo la vida de Dios, la verdad de Dios y el amor de Dios. Y el Espíritu Santo que vive en nuestro interior da testimonio de quienes somos y nos guía para que caminemos en nuestra nueva identidad, en la verdad y el amor de Jesucristo.
Pero si el creyente no vive conforme a esa verdad y no ama, el Señor nos advierte que entonces no servimos para nada. Ser sal es nuestra identidad como creyentes y seguidores de Jesucristo. Vivimos y nuestro comportamiento, lo que hacemos y lo que hablamos sirve para el bien de otros, lo que hacemos y decimos ayuda al otro. Nuestra vida es testimonio para otros de lo que el Señor hace en aquellos que le creen. Por eso el Señor nos enseña que cuidemos lo que somos, procuremos no dejar de ser sal, Marcos 9: 50.