PAZ VERDADERA
Juan 14: 27
La paz que el mundo desea y puede dar es una paz sin fundamento sólido. Es la paz de no tener problemas con el otro siempre y cuando yo pueda hacer lo que quiero. En el momento que los intereses chocan ya no hay paz.
La paz de Jesucristo es una paz sólida y permanente y con un efecto poderoso y eficaz, porque está basada en su persona, obra salvadora y Señorío (Juan 16: 33), cosas que son inmutables y válidas universalmente, es decir en todo tiempo, para todas la creación y las personas.
Su paz tiene que ver con la reconciliación con el Padre y la relación con él como hijos; con la vida eterna en el cielo; y con la presencia del Espíritu Santo en nosotros y con su ayuda.
Su paz opera en nuestra mente y en nuestro corazón, Filipenses 4: 7. Su paz opera en los sufrimientos que podamos experimentar en este mundo, tomando el control para que sea hecha su voluntad, Juan 16: 33. Por estas cosas su paz echa de nosotros el miedo.
Tenemos la paz de Jesucristo en comunión con él Juan 16: 33.