BIENVENIDO A CASA
Marcos 2: 1, 2
Que nuestra vida sea conocida como su casa, que nuestra congregación sea conocida como su casa. Esto es lo que trae la gloria de Dios y trae a la gente a Jesús.
¿Por qué no era Jerusalén, el lugar del templo de Dios, conocida como su casa? o
¿Por qué no era Belén, donde nació, o Nazaret donde se crio? Porque donde de verdad era bien recibido era en casa de Pedro, por sus discípulos, en la ciudad de Capernaum.
Allí Jesús era creído por quien era de verdad. Para ellos era más que el hijo del carpintero.
Era creído y adorado como el Hijo de Dios.
Era creído y buscado su gloria y Poder como el Ungido Salvador.
Era creído y obedecido como el Señor.
Donde Jesús es recibido como quien es, allí entonces se recibe de Jesús conforme a su poder, gloria y riquezas.