GOZO EN BUSCARLO A ÉL

 Salmo 105: 3, 4

El Espíritu Santo conoce nuestras dudas y miedos; conoce nuestras debilidades y necesidades; conoce nuestras rebeliones y desobediencia; conoce nuestras capacidades y sueños. Realmente suyos somos por la fe en la salvación del Señor. 
Nadie nos ama como él nos ama. Siempre está con nosotros y no nos desampara.

Solo él puede trabajar con nuestra alma y conducirnos para que se llene de alegría.
Suyo es nuestro camino y futuro.
El Espíritu Santo quiere sanarnos y también limpiarnos. Él quiere también enseñarnos a caminar en la voluntad del Señor.

Solo él tiene el poder para traer a nosotros la gloria del Señor, sus riquezas celestiales, su bendición. Su Nombre es mayor que todos y él nos defiende de nuestros enemigos.

El Espíritu Santo nos está llamando a la comunión con él. A buscar su rostro y su poder, a buscarlo a él.
Él quiere enseñarnos a escuchar su voz para darnos esa alegría, ese descanso (reposo).

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