OBREROS ESCOGIDOS

 Mateo 20:1-16

El Señor sale a buscar obreros para enviarlos a servirle. Sale constantemente, en muchos momentos distintos y llama para enviarlos a trabajar para él. En la medida que los que son llamados se disponen para trabajar, son enviados y encuentran un lugar y un tiempo para hacer el trabajo.

El Señor no quiere que haya desocupados. Él es el primero que trabaja, puesto que no espera que vayan a buscarle sino que se esfuerza y sale a buscar obreros y a ofrecer el trabajo. Más que el Señor de la viña es como un padre que se preocupa por el estado de los obreros. No tienes por qué estar desocupado.

Cada uno de los obreros recibirá el pago por su trabajo, nadie ha sido llamado para trabajar gratis. El Señor es quien envía a trabajar, quien reparte el trabajo y es quien da el pago por el trabajo realizado. El Señor de la viña es bueno y es justo, para él todos los obreros son iguales aun cuando unos puedan soportar más carga de trabajo que otros.

Los obreros no son los dueños de la viña, la viña es del Señor, y él es quien tiene el trabajo. Él sabe qué trabajo hay que hacer y el pago que hay que dar por cada trabajo.
El obrero no solo ofrece su trabajo, por el cual recibe salario, sino que debe de dar gratitud por haber sido tenido en cuenta para ser obrero de la viña. Esta gratitud solo puede provenir de un corazón entendido y bueno. En verdad estos son los obreros que busca el Señor, obreros entendidos, agradecidos y buenos. Él llama a muchos pero son pocos los obreros así.

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