DE VUELTA A CASA
Lucas 15: 11 - 24
El hombre fue creado para vivir junto a su Creador y Padre Celestial. Fue creado para vivir con Dios una relación de amor y compañerismo. Fue creado para vivir bajo el techo de la Casa del Padre, es decir para vivir en su voluntad, conforme a sus planes. Es en esta unión vital que el hombre alcanza vida plena.
Separados de Dios no hay vida plena en este mundo ni vida eterna en el cielo.
Porque separados de Dios no tenemos seguridad de salvación, de vida eterna en el cielo después de la muerte.
Puedo creer que en mi camino, que en mi forma de pensar y hacer las cosas puedo agradar a dios, pero si no vivo conforma a su camino entonces estoy perdido, Proverbios 14: 12. Sólo un camino nos lleva en unión con Dios y termina en vida eterna, es el camino de fe en Jesucristo, Juan 14: 6.
Porque Jesús es el único Salvador dado al hombre, Juan 3:16; Hechos 4:12.
Porque Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres, 1ª Timoteo 2:5.
Porque sólo Jesús con su vida, muerte y resurrección, nos libra del pecado, Colosenses 1:14, y de la condenación eterna, 1ª Timoteo 1:15.
Porque el deseo de Dios es realmente la relación con el hombre como Padre, ofreciéndole su cuidado, 1ª Pedro 5:7; su compañía y ayuda, Hebreos 13:5,6.
No por el hecho de ser personas creadas por Dios ya somos hijos de Dios.
Aquellos que ponen su fe en Jesús y a él entregan su vida en confianza comienzan la nueva vida de relación como hijos con Dios, Juan 1:12.
Es posible el camino de vuelta a Dios, el camino de vuelta a la vida de bendición. Porque Dios es Padre de Misericordia y Consolación. El perdona y restaura nuestras vidas, 2ª Corintios 1:3,4.
El inicio del camino de vuelta es el arrepentimiento. Reconocer nuestra situación de necesidad y darnos la vuelta para ir en busca de Dios. Y ese camino continúa poniendo nuestra fe y confianza en él, Marcos 1:15.