ENSEÑADOS POR JESUCRISTO PARA UN NUEVO COMPORTAMIENTO

 Efesios 4:17-24

Los que hemos oído y creído en Jesucristo, necesitamos aprender de él (20); ser enseñados por Jesucristo conforme a la Verdad que en él hay, conforme a la Verdad que él es (21). Porque él es la Verdad y él es la Vida, la verdadera, abundante y plena; y sin él no podemos tener vida en plenitud.

Aprendamos de Jesucristo para no vivir ajenos a Dios, sin conocerlo ni mantener comunión con él y separados de la nueva vida que Dios da (18). Los que hemos oído y creído en Jesucristo tenemos que aprender de él y no del mundo en el que vivimos; debemos permitir que él nos enseñe. En Cristo hemos recibido una nueva vida y estamos llamados a vivir con un nuevo comportamiento.

Separados de Dios vivíamos en el tiempo que no conocíamos a Jesucristo, cuando todavía no éramos salvos. Pero ahora que hemos recibido a Jesucristo en nuestra vida, ya no vivimos en la dureza de nuestro corazón. Esa dureza que dejaba a Jesucristo fuera ha sido rota y la luz de Jesucristo ha iluminado nuestro interior para que le podamos conocer y creer (18).

Ahora en Jesucristo nuestro entendimiento no está en oscuridad, lleno de tinieblas, sino lleno de su Luz para ser renovado conforme a su Verdad. Así nuestros pensamientos no serán vanos, pareciendo buenos y útiles, pero sin serlo, conforme a los deseos de este mundo (17). Y nuestro pensamiento renovado dará lugar a un comportamiento renovado, conforme a la imagen de Jesucristo, que no anda en impurezas, en cosas que desagradan a Dios (19).

Un pensamiento renovado en Cristo, una mente renovada (23), dará lugar a una vida y comportamiento nuevos conforme a la imagen de Cristo. Renovados y fortalecidos en nuestra nueva forma de ver la vida en este mundo conforme a Cristo, dejaremos actitudes y comportamientos que no corresponden a los que han sido salvados por Jesucristo (22,24). Así estaremos construyendo la nueva persona que Dios quiere que seamos (24).

Esta nueva persona sirve a los intereses del reino de Dios; porque ayuda al otro creyente en Cristo (25,28,29,32); no da lugar a que el diablo tome ventaja, que quiere robar y destruir y lo mantiene en su verdadero estado que es la derrota (27); permite la comunión profunda e intensa con el Espíritu Santo para mantenernos en el camino de salvación (30); y da gloria a la obra salvadora de Jesucristo que él hizo por nosotros (5:2).

Entradas populares de este blog

EL ÚNICO QUE SACIA DE VERDAD

UN DESCANSO REVITALIZADOR

CRECE POR GRACIA