PROVOCANDO LOS CAMBIOS NECESARIOS
Marcos 8: 23
Jesús sacó al ciego fuera de la aldea de Betsaida para sanarlo.
Lo sacó de la rutina, costumbre, religiosidad y estructura de pensamiento. Todo esto le impedía ver con claridad, Marcos 8: 24.
Estas cosas producen incredulidad y falta de “metanoia”, Mateo 11: 21. Es falta de fe y arrepentimiento, y por tanto no hay cambios, cambios hacia la solución, hacia la salvación.
Todas estas cosas nos impiden ver con claridad a Jesús, su verdad, la esperanza que tiene para nosotros, las riquezas de su gloria disponibles para nosotros y el poder para manifestarlo en nosotros y por medio de nosotros, Efesios 1: 18, 19.
Es por esto totalmente necesario pedir al Señor que rompa en nosotros todo lo que ciega los ojos de nuestro entendimiento y seamos alumbrados, llegue la revelación para conocerle, Efesios 1: 17, 18.
Jesús nos saca del ámbito de influencia de estas cosas y nos introduce en un nuevo camino expuestos ahora a su influencia: su palabra, su mentalidad, es decir su manera de ver, afrontar y vivir la vida.
Es nuestra decisión salir. Es el paso de provocar el cambio, lo provoques tú o te animen otros, Marcos 8: 22. Hay que salir del “statu quo”, salir de lo de siempre para ir a lo nuevo y mejor que viene de Jesús.
Pero quizás la decisión inicial de cambiar no sea la decisión más difícil porque viene acompañada del milagro que Jesús hace. Quizás la decisión más importante es no volver a la influencia de estas cosas ni de las gentes que provocaban en nosotros la incredulidad, la falta de cambios y la vida lejos de las bendiciones divinas, Marcos 8: 26.
Ahora hay que perseverar en los cambios, hay que seguir impulsando lo nuevo y no dar lugar a lo viejo, Efesios 4: 22-24.