APASIONADOS
Apocalipsis 2: 4
El Señor nos llama a seguir sirviéndole pero con verdaderas ganas de estar con él, de aprender de él y de obedecerle (Juan 15: 10).
Cuando no le servimos así, aunque sigamos haciendo las tareas (2: 2), no agradamos al Señor (“Pero tengo contra ti” 4) y terminaremos por no alumbrar (“quitaré tu candelero de su lugar” 5).
No podemos seguir haciendo nuestras obras para el Señor sin pasión, sin estar encendidos en el fuego del Espíritu Santo. Por eso el consejo de no apagar al Espíritu Santo en nosotros, 1ª Tesalonicenses 5:19 y
avivar el fuego en nuestro interior 2ª Timoteo 1: 6.
avivar el fuego en nuestro interior 2ª Timoteo 1: 6.
Necesitamos arrepentirnos, ser renovados con esa pasión que nos caracterizaba al principio.
Necesitamos comunión con el Espíritu y obediencia al Espíritu.
¿Por qué no estamos dando el fruto que corresponde a nuestro esfuerzo?
Porque hemos dejado el primer amor.