NECESITAMOS LA FE
Lucas 17: 5, 6
Necesitamos la fe.
La fe es el medio por el que nos unimos a Dios por la persona y obra de Jesucristo. Sin fe es imposible llegar a Dios, así dice Efesios 2: 8.
Pero cuando los discípulos pidieron crecer en su fe no estaban pidiendo esta fe. La fe en Jesús como el Mesías ya la tenían, querían la fe que estaban viendo operar de forma poderosa en Jesús.
Ciertamente es esa clase de fe que cree que los imposibles para nosotros son posibles para Dios.
No es la fe para conseguir los deleites que son imposible humanamente de alcanzar como dice Santiago 4: 3, sino la fe para vivir en la voluntad de Dios que nos ha revelado, para ir por el camino que nos ha llamado a recorrer y para llegar a los objetivos que nos ha llamado a alcanzar.
Es la fe que seca las higueras que no dan fruto para ofrecer como recursos para el servicio a Dios.
Es la fe que mueve las montañas que nos impiden seguir adelante en el servicio a Dios.
Es la fe que calma las tempestades que amenazan con quitarnos la vida e impedir que seamos instrumentos en la manos de Dios para la salvación, sanidad y liberación de otros.
Marcos 4: 40
Esa fe no viene de nosotros sino que viene del Señor como dice Hebreos 12: 2.
Aquellos discípulos ya habían pasado tiempo al lado de su maestro. Ya debían haber aprendido de él. Ya debían ser más como su maestro y menos como ellos mismos.
Es por eso que Jesús les recriminó que todavía en ellos no hubiera esa clase de fe que promueve los milagros.
Esa fe viene cuando pasamos tiempo con el Maestro.
Cuando aprendemos con las palabras del maestro.
Cuando aprovechamos cada enseñanza que nos da el maestro para ponerlas en práctica.
Cuando aprovechamos cada circunstancia que permite el Señor que vivamos como una oportunidad para ver la obra de Dios.
Cuando viendo el estilo de vida y comportamiento de Jesús cambiamos a la imagen de nuestro maestro.
Es la fe que es fe, confianza y esperanza.
Fe porque que cree en quien es Dios y cree en la palabra de Dios.
Confianza porque cree que Dios hará lo que ha dicho y lo hará conmigo.
Esperanza porque espera en Dios y no espera en ninguna persona, riqueza o circunstancia. Espera que lo que suceda sea obra de Dios porque sabe que lo que Dios hace es lo que realmente bendice, Proverbios 10: 22.
Pidamos al Espíritu Santo que nos fortalezca con esa clase de fe, Efesios 3: 14-21.