REYES Y SACERDOTES POR LA VÍA DE LA CRUZ

 1ª Pedro 2: 9

Su palabra dice que somos reyes; en el Nombre de Jesucristo podemos tomar control, gestionar, anunciar sus virtudes, dar fruto; tomar autoridad; ser reyes y sacerdotes. En su Nombre podemos venir delante del mismo trono de Dios para interceder y pedir por el pueblo de Dios, por ser obreros ungidos y enviados, por seguir haciendo sus obras, por dar fruto y colaborar en extender su reino.

Pero no es tan simple como ponerte a interceder o ponerte a trabajar para el Señor.
Jesús no tomó atajos para ser Rey. Mateo 4: 8-10, Cuando el enemigo le tentó en el desierto para darle todos los reinos de este mundo, se los ofreció a cambio de adorarle, era un atajo que lo conduciría a pecar contra Dios, a la derrota y al fracaso en su misión.
Jesús tomó el camino de la Cruz, el camino sin atajos, el camino legítimo para ser el verdadero Rey de todo el universo, de todo la creación. El camino de la cruz lo llevaría a recibir el fruto de su aflicción.

El cristiano quiere servir hoy y liderar hoy sin pasar por el desierto, sin el camino de la prueba, sin el camino del esfuerzo, es decir sin la cruz. Lo que yo vaya a gestionar y controlar como hijo y siervo de Dios y de ahí vaya a obtener un fruto, no va a ser con atajos, va a ser por medio de la cruz. No hay otra manera en Cristo de ministrar y producir un fruto espiritual.

Si este año vamos a por objetivos en el Espíritu, va a tener que ser porque entendamos que tenemos que pagar un precio, que tenemos que ir a la cruz. Mateo 16: 24.
Los atajos solo crean problemas y puedes que en un determinado momento te encuentres siendo resistido por Dios.

A la cruz tengo que ir yo. Dios lo que quiere es “matarme”, mira estos versículos: “niégate a ti mismo”; “si el grano de trigo no cae a la tierra y muere”; “haced morir en vosotros el viejo hombre”. Todos nos hablan de la necesidad de morir al yo, al viejo hombre, de llevar a la cruz nuestra carne son sus pasiones y deseos. Pero luego viene la verdadera victoria, la nueva persona, andar en el Espíritu, el fruto del Espíritu, la cosecha de almas para el Señor.

Lo que Dios quiere y tiene para mí es pura bendición. Es crecimiento, desarrollo. Lo que él me da para que yo gestione y produzca, tiene un solo camino, es el camino espiritual, ¡hay que morir!
Vía la cruz para vencer. Vía la cruz para ser bendecido. Vía la cruz para ser ungido. Vía la cruz para dar fruto.

Niégate a ti mismo. El Señor quiere llevarnos por la vida de la cruz para hacer algo maravilloso que sólo Él puede hacer. Vamos a ser Reyes y sacerdotes por el camino de la cruz y no por medio de atajos, no de forma ilegítima.
No quieras ser un rey ilegítimo. Es vía la cruz. Gente dispuesta a crucificarse, a pagar el precio, para luego reinar.

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