CREER CON ESPERANZA

 Romanos 4:17-21

Es necesario tener objetivo en la vida y tener la esperanza de verlo cumplido. ¡Qué bueno esforzarnos sabiendo que vamos a alcanzar lo anhelado!
Abraham tenía una meta dada y prometida por Dios, que era ser padre de multitudes. Esta meta divina y segura le hizo vivir con esperanza.
Esta esperanza no la perdió ni en los momentos más difíciles, porque vivía confiado en Dios.
¿Tienes en tu nueva vida un objetivo con Dios? Si es así nunca faltará en tu vida la esperanza.

ESPERANZA SUSTENTADA EN DIOS
Dios nos da promesas para que creyendo, nos esforcemos con perseverancia hasta alcanzarlas y así vivir con propósito y en bendición.
Quizás no tenemos ya lo que se nos ha prometido, pero si Dios dijo, entonces ya es una realidad, aunque en el mundo de la físico no esté hecho todavía (Romanos 8:24,25).

La esperanza tiene que estar sustentada en Dios:
En su realidad y presencia en nosotros y entre nosotros y en su omnipotencia, Romanos 4:17.
No olvidemos: ¡Dios da existencia a lo que no existe y da vida a lo que está muerto!
Y en la fidelidad de su Palabra. Romanos 4:18.
Abraham creyó conforme a lo que Dios le dijo. La Palabra de Dios es poder de Dios para crear: La tierra en sus comienzos estaba desordenada y vacía, pero Dios mandó por su palabra y hubo existencia, llenura y orden. Génesis 1: 2,3.

FORTALEZA POR MEDIO DE LA ESPERANZA
Abraham encontró, en la esperanza del fiel y poderoso cumplimiento de la promesa de Dios, fortaleza para seguir adelante sin rendirse. Romanos 4:20.
La fe esperanzada de Abraham en Dios fue para él:
Una fuente de recursos. Isaías 40: 31. Los que tienen esperanza en Dios reciben “nuevas fuerzas” es decir los recursos necesarios para seguir esforzándose y alcanzar la meta.
Una fuente de capacitación. Lucas 24: 49. Los que tienen esperanza en Dios reciben “poder de lo alto” es decir son capacitados, entrenados, preparados para manejar los recursos y alcanzar los objetivos.
Animo para superar las crisis. Abraham no permitió que su fe se debilitara por como se veía a si mismo, o por los que le rodeaban, o por las circunstancias adversas. Tampoco dio lugar a las dudas al ver pasar el tiempo y no llegar lo prometido.

Dios es Poderoso para cumplir todo lo que nos ha prometido. ¿Estás decidido a creerle?

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