NO ERAMOS, PERO AHORA SOMOS
1ª Pedro 2:9,10
Nadie podía hacer por nosotros lo que ha hecho Dios; hacernos sus hijos, hacernos su pueblo, librarnos de vivir separados de él eternamente condenados en el infierno. Lo merecíamos porque nuestra naturaleza tiende a no tener en cuenta a Dios, tiende a separarse de Dios. ¡Pero Dios ha tenido de nosotros misericordia!
Tenemos vida porque Dios nos ama y nos la ha dado. Y ahora y para siempre Dios nos preserva esa vida, nos salva y está con nosotros, porque nos ama. ¡Nadie podía amarnos así! 1ª Juan 4: 8-10.
¡Ese sacrificio para que nosotros recibamos misericordia, el perdón y la salvación de Dios es la muerte de Jesucristo en la cruz y su resurrección de entre los muertos!
Antes no éramos hijos de Dios, pero ahora por medio de Jesucristo sí lo somos (Juan 1:12). Antes no éramos pueblo de Dios pero ahora por medio de Jesucristo sí lo somos. Antes no podíamos tener comunión con Dios pero ahora por medio de Jesucristo sí podemos, somo sacerdotes.
Jesucristo es el camino a Dios, Juan 14:6; él es el único mediador entre Dios y las personas, 1ª Timoteo 2:5; no hay otro Salvador, Hechos 4:12.